En un estudio que evaluó a casi 300 estudiantes, antes y después de padecer un tiroteo en el campus de la Universidad de Illinois en el año 2008. Los investigadores observaron que aquéllos que habían experimentado varios eventos de exposición, incluyendo la posibilidad de ver al pistolero y/o oír los disparos, eran más propensos a desarrollar síntomas de trastorno de estrés postraumático.
Los síntomas de TEPT también fueron más propensos a aparecer en las personas con ciertas variantes genéticas en el transportador de la serotonina (5-HTTLPR). En mujeres que no tenían síntomas de TEPT previos, no se observó una clara interacción con el factor de riesgo asociado a los polimorfismos de la serotonina.
Los resultados mostraron que la variante rs25531 y el 5-HTTLPR se relacionaban con un aumento significativo en los síntomas del trastorno por estrés agudo de entre dos y cuatro semanas después de los disparos.