domingo, 31 de mayo de 2015

¿Cada vez somos más reacios al compromiso?



i giramos nuestra memoria 40 años en el tiempo, nos damos cuenta de cómo ha cambiado el mundo, no sólo a nivel científico y económico, sino también en la forma de comprometernos en nuestras relaciones sentimentales. Si en el año 1980, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), se registraron 220.674 matrimonios en España, esa cifra descendió hasta los 168.556 en 2012. Y el número sigue bajando. ¿A qué se deben estos cambios? ¿Les cuesta a los jóvenes comprometerse? O como decía Aldous Huxley, ¿el amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente, el miedo ahuyenta al amor?


"Realmente, no existe un miedo al compromiso, sino una baja tolerancia a la frustración. Es decir, tenemos miedo a perder", asegura a EL MUNDO Walter Riso , doctor en Psicología y autor del reciente libro Enamorados o esclavizados. Manifiesto de liberación afectiva (Planeta). Según argumenta este especialista, vivimos en la sociedad de la inmediatez, donde con un simple click accedemos a todo un mundo de posibilidades, por ello no soportamos la espera ni la incertidumbre, y en una relación de pareja, dice, todo es incertidumbre.

Una pareja muestra en público su anillo de compromiso.
Además de la era de la inmediatez, vivimos también en la cultura del hedonismo en la que hacemos las cosas pensando en nuestro propio placer y bienestar, "somos más conscientes de que si algo no nos gusta o no funciona puede terminarse: 'probemos, si la relación nos va bien, perfecto; si nos va mal, mejor decir adiós'".

Pero, pese a todo, seguimos creyendo en la pareja. Según afirma Carmen Botia Morillas, doctora del área de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, "sigue existiendo elconcepto de pareja como ideal de configuración de la vida adulta, ya medie o no el matrimonio. Y el hecho de que las parejas se rompan no es sinónimo de miedo al compromiso, al contrario: precisamente, por haber apostado por la pareja, si ésta no funciona es por lo que puede romperse".

Por tanto, coinciden los expertos, que haya menos matrimonios no implica que no existan relaciones consolidadas con un compromiso de pareja. De hecho, según explica esta experta, "el hecho de que hayan aumentado el número de hijos nacidos fuera del matrimonio en España, no indica necesariamente un miedo al compromiso, ya que la mayoría de estos niños nace en el seno de una pareja consolidada. De hecho, si estas parejas tienen un segundo hijo, el segundo ya nace dentro de una relación matrimonial, porque se casan después, por eso la tasa de segundos hijos que nacen dentro del matrimonio es mayor que la de primeros hijos". Pero sea de un modo u otro, insiste, "no tener una relación de matrimonio no significa carecer de un compromiso con la pareja".

Por su parte, añade Riso, la disminución de enlaces matrimoniales se debe también a una rebeldía que lleva a romper con normas impuestas: no necesito casarme para tener un proyecto de vida común. "Hay más requisitos ahora que antes para casarse, además del económico. Las parejas se juntan sin desconocer la libertad personal: quiero estar contigo pero siendo yo", afirma.

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